Sin esfuerzo no hay aprendizaje es una frase que suena a retórica incluso a rollo paternalista, pero es así.
Últimamente en algunas de mis sesiones de coaching empresarial he tenido que acudir a esta idea, tengo la impresión de que las generaciones que actualmente están llegando a las escalas medias de mando de las organizaciones han tenido una vida, al menos en lo profesional, muy “fácil” y ahora cuando las cosas “vienen dadas” y hay que ponerse a trabajar, discurrir, discernir, etc muchos de estos ejecutivos, por otra parte aparentemente bien preparados, se vienen abajo.
Pero se derrumban no por falta de conocimientos técnicos que los tienen mas que necesarios, si no por una gran carencia emocional una carencia que no les permite soportar las presiones propias de un mercado de trabajo duro y fuerte al cual no habían tenido que enfrentarse en su corta vida laboral (5-10 años) por que las ventas venían solas ……….
Ahora toca esforzarse y mucho, aprender, caerse y volver a levantarse, equivocarse y admitirlo y bueno si uno no esta acostumbrado pues no es facil.
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