600 directivos de la entidad financiera reciben sesiones de ‘coaching’ para mejorar sus competencias como ejecutivos.
La presidenta de Banesto, Ana Patricia Botín, ha prologado el último libro de Pilar Jericó, La nueva gestión del talento, donde la autora insiste en la importancia del compromiso, “sobre todo ahora, en plena crisis”, como afirmó recientemente en la presentación de la obra.
Ese compromiso busca Banesto con el proyecto de calidad directiva, que, como asegura Fernando Muñoz Berzosa, subdirector general de la entidad, busca “generar mayor confianza entre el jefe y el colaborador, una confianza donde se gestione el compromiso, algo más allá de la satisfacción, que se queda algo corta”.
Con la crisis en el horizonte, “la gente comprometida también se va, pero mientras está, su implicación es superior”, sostiene Muñoz, que equipara el plan del banco, que afecta a los más de 9.600 empleados, “a cómo un contenedor, el Guggenheim, transformó Bilbao”. Como explica, el modelo, realizado desde hace dos años en colaboración con Accenture, busca, ante todo, impulsar la relación directa entre el empleado y el mando en todos los niveles.
De hecho, insiste Muñoz, “el protagonista de la relación es el día a día. No es un proceso de recursos humanos, sino un proceso de jefe-colaborador, y el objetivo final es que el negocio se apropie de ese proceso”, que parte de tres premisas fundamentales: el diálogo directo fluido entre jefe y empleado (“que la gente hable de sus inquietudes”, precisa), el desarrollo de las siete competencias de liderazgo definidas por Banesto, y la valoración, “que no evaluación”, matiza el directivo, que insiste en que el objetivo es que “todos se sienten a hablar de lo que les interesa, qué hacen, cómo mejorar lo que hacen y qué les gustaría hacer”.
Sólo desde esa “confianza y respeto” la entidad puede desarrollar a sus empleados, en un momento en que las entidades financieras, a tenor de la crisis y la lucha por el cliente, tienden a mejorar las habilidades comerciales de sus profesionales, como ocurre con el BBVA. No se olvida Banesto de la parte comercial, pero más que incidir en esas competencias, prefiere con un proyecto de calidad directiva “crear coaches internos”, explica Muñoz.
Un equipo de 12 ‘coaches’
El coaching se presenta, en este sentido, como el otro gran pilar del proyecto formativo de Banesto. Con un programa iniciado el pasado mes de marzo, 600 directivos del Banco -todos los que ocupan posiciones de responsabilidad directa o indirecta sobre el negocio y gestionan equipos de cinco o más personas- recibirán coaching individualmente: cada uno de ellos tiene un coach asignado con el que mantendrá periódica y regularmente sesiones de coaching ontológico (“de nuevo, a base de diálogos”, precisa Juan Erice, coordinador del equipo de 12 coaches –11 externos y uno interno- de Banesto, en su mayor parte enmarcadas en programas específicos de formación en liderazgo.
Como concluye Muñoz, que insiste en el carácter “permanente” del plan, “buscamos cambios de comportamiento a largo plazo. No se trata de mandar, sino de dirigir”.
Información obtenida en – NEGOCIOS.COM
Leave a Reply
You must be logged in to post a comment.